Hemos estado jugando en VR al crimen perfecto en Hide the Corpse, y aquí os traemos nuestro ANÁLISIS

El último título VR de Realcast lleva a los jugadores a un territorio moralmente turbio con un concepto deliciosamente retorcido. Como su nombre indica, Hide the Corpse consiste en esconder un cadáver antes de que aparezca la policía, lo que no es precisamente el típico pasatiempo veraniego.
No hay una historia global, sino una serie de desafíos independientes que cuentan cada uno su oscura historia. La premisa sigue siendo la misma: estás atrapado en una habitación con un cadáver, y la policía está a unos minutos de distancia. ¿Tu misión? Ocultar el cadáver y eliminar cualquier prueba incriminatoria antes de que los chicos de azul vengan a husmear. La rejugabilidad proviene de la colocación aleatoria de objetos y cadáveres, que obliga a los jugadores a explorar los alrededores y a ser creativos con los escondites. Algunos de estos lugares son secretos al límite, descubiertos más por accidente que por diseño, lo que puede parecer un poco injusto, aunque tropezar con uno sea innegablemente satisfactorio.

Antes incluso de empezar a jugar, Hide the Corpse exige un área de juego extrañamente grande para su zona virtual, algo extraño, teniendo en cuenta que estás casi siempre inmóvil, sentado o de pie. El único movimiento real consiste en coger objetos, aparte de agitar tus manos virtuales con el mando Dualsense. El movimiento se maneja mediante los pulgares dentro de un espacio limitado, con giros incrementales.
Coges objetos con los botones de disparo, y la simulación física del juego añade una satisfactoria sensación de peso a todo. Aquí es donde brilla el juego: arrastrar un pesado cadáver por habitaciones desordenadas y meterlo en cualquier rincón o grieta que encuentres es a la vez lúgubre y extrañamente cautivador. Sin embargo, si tiras con demasiada fuerza, perderás el agarre, así que la velocidad no siempre es tu amiga, incluso cuando el tiempo corre. La simulación de peso está impresionantemente hecha, dando una sensación real de peso y resistencia mientras levantas y maniobras objetos.
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Cuando se acaba el tiempo, se juzga tu actuación. Si la policía descubre el cuerpo, se acabó el juego. Si lo has escondido bien, te puntuarán en función de cuántos objetos personales hayas conseguido ocultar, cuántas huellas dactilares queden y lo rápido que lo hayas hecho. Para desbloquear nuevas zonas, tendrás que esconder el cadáver en dos escondites distintos dentro de cada nivel. Hay seis entornos distintos por los que jugar, que van desde un apartamento típico hasta una estación espacial en toda regla.


La puntuación es bastante estricta, por lo que hay mucho margen de mejora en las repeticiones. Dicho esto, el límite de tiempo, incluso en los primeros niveles, parece agresivamente corto, empujando a los jugadores a tomar decisiones frenéticas. Claro que ese caos forma parte del encanto, pero estaría bien tener un momento para respirar y elaborar estrategias. Aunque hay que esconder los mismos objetos cada vez, su colocación aleatoria combinada con la presión del tiempo hace que sea fácil olvidarse de algunos, lo que se traduce en puntuaciones más bajas. Una lista de comprobación para la eliminación de pruebas sería una adición bienvenida.
Visualmente, Hide the Corpse es limpio y elegante en su sencillez. El juego se inclina hacia un ambiente groovy de los 70, con lámparas de lava, texturas de terciopelo y una paleta de colores cálidos. Los gráficos estilo cómic, ahora más regla que excepción en la RV indie, están bien ejecutados y dan un tono juguetón a pesar del tema morboso. Hay suficientes detalles para que el mundo parezca vivo. Los personajes tienen personalidad, desde sus estrafalarios bigotes hasta los coloridos trajes y las extremidades flácidas de los cadáveres. El rendimiento en PS5 es fluido, sin problemas de carga perceptibles. Sudarás a contrarreloj, pero el mareo puede ser igual de fuerte, ya que tras menos de una hora, necesité un serio descanso de la ocultación de cadáveres.
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La banda sonora encaja perfectamente con el ambiente, con un relajado ritmo de guitarra de los 70, que complementa a la perfección el humor negro del juego. Por desgracia, es la misma canción en todos los niveles, y cansa rápidamente.

Hide the Corpse es algo diferente. Un extravagante juego de puzzle que se atreve a ser raro y abraza su macabro sentido del humor. El concepto, sencillo pero ingenioso, se mantiene durante varias horas de diversión, incluso si aparecen las náuseas. El conjunto parece un poco a medias, repitiéndose demasiado a menudo, pero con un poco de pulido, esta rareza indie podría convertirse en algo mucho más grande. Hay mucho potencial en el caos de ocultar cadáveres.
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