Cubiertos de vísceras y sangre, emergemos con nuestro ANÁLISIS de Killing Floor 3

Un tema de terror, oscuridad, explosiones, pánico y una fuerte cooperación. Todos estos elementos son típicos de la serie Killing Floor y también están presentes en el flamante Killing Floor 3, pero la gran pregunta es si este flamante juego ofrece al final suficiente contenido nuevo. Ha pasado un tiempo desde que nos sumergimos en su predecesor, y basándonos en eso, esta experiencia sí parece fresca y nueva.
Como cabría esperar, la idea de Killing Floor 3 es sobrevivir, ya sea en solitario o con un equipo de hasta seis jugadores. Esto ocurre oleada a oleada, con Zeds atacando en masa, pero a veces también con el apoyo de monstruos más grandes. Tripwire ha tenido éxito en este sentido, ya que hay varias amenazas diferentes que recuerdan a los enemigos especiales de las series Doom y Left For Dead, entre otras.
Según Tripwire, en el momento del lanzamiento habrá siete mapas diferentes, que, según las primeras impresiones, parecen bastante extensos, sobre todo en cuanto a diferencias de altitud. Un sistema familiar de la entrega anterior acumula las reservas de dinero del jugador a través del daño infligido a Zeds, que puede utilizarse para mejorar las armas, entre otras cosas. Cada mapa está también salpicado de puntos de equipamiento táctico, que en el mejor de los casos pueden ser salvavidas, ya que contienen armas centinela, tirolinas y paquetes de blindaje, entre otras cosas; sin embargo, éstos requieren herramientas especiales para abrirse, que también pueden comprarse con la moneda reunida.
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Sobre el papel, la idea es sólida, pero en comparación con Killing Floor 2, su predecesor parecía mucho más pulido incluso en la fase beta, cuando el ritmo rápido, los espacios reducidos y los sonidos de las criaturas creaban una sensación constante de inquietud. Killing Floor 3 es un poco más oscuro por naturaleza, pero al mismo tiempo más sereno, y la satisfacción proviene sobre todo de machacar las cabezas y partes del cuerpo de Zeds. Los encuentros cercanos son ciertamente espectaculares cuando un monstruo consigue sorprenderte desde un punto ciego, lo que resulta en una deliciosa animación de muerte, pero momentos como estos, que aumentan el factor miedo, se necesitan más a menudo. Además, el juego tiene un aspecto estupendo, pero a la animación de los monstruos le vendría bien más expresividad para hacerlos realmente terroríficos.
En el mejor de los casos, el subidón de adrenalina puede ser estimulante cuando un equipo maltrecho sobrevive a un maremoto de Zeds para llegar a la siguiente fase y reponer su equipo en la tienda, pero el regusto no perdura mucho tiempo y el estado de ánimo vuelve a la normalidad demasiado rápido. Sin embargo, los sonidos de las armas son satisfactorios, especialmente al manejar herramientas más grandes, lo que crea una sensación de emoción, al menos momentáneamente. Como bonus familiar de su predecesor, un golpe crítico activa a veces un modo a cámara lenta, que satisfará a los jugadores expertos en disparos precisos. El uso ocasional del entorno también es una buena característica, ya que la destrucción masiva de criaturas atacantes te hará sonreír fácilmente de oreja a oreja.
Sin embargo, hay que recordar que el segundo juego se lanzó hace mucho tiempo y que ha sufrido muchos cambios desde entonces, ya que Tripwire ha escuchado los comentarios de los jugadores a un nivel encomiable para mejorar su trabajo. Basándonos en esto, Killing Floor 3 tiene potencial para convertirse en un juego mejor de lo que parece ser actualmente. A nivel personal, considero que los shooters en primera persona son el tipo de juego más divertido, y a pesar de sus defectos, Killing Floor 3 seguía haciéndome desear volver al campo de batalla una y otra vez.
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Si te gustan los shooters básicos de estilo terrorífico, no diría que es una mala compra en absoluto, aunque en su forma actual no evoca la misma impresión positiva que su predecesor. Personalmente, sigo disfrutando de mi tiempo con el juego, a pesar de sus defectos.
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